Desde la riqueza se juega con la pobreza, como para imitarla falsamente, a cambio de que sea olvidada por quienes medran con ella, la capitalizan, y por quienes deben luchar para revertirla.
Luis Toledo Sande
El domingo 7 de octubre se llevaron a cabo las muy promocionadas y a la vez esperadas elecciones en Brasil, el país más populoso del subcontinente, así como el más importante económica y políticamente hablando.
En la liza política, como está ocurriendo en los últimos tiempos, se disputan dos modelos filosóficos en sus antípodas. Por un lado Fernando Hadad del Partido de los Trabajadores (PT) junto a otros representantes desde el centro y la izquierda, con propuestas, más o menos similares y, en otro ángulo la ultraderecha del candidato Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal (PSL) quien capitalizara la mayoría de los votos en la primera ronda.