Silvia Costa: Me faltó el título olímpico…


ENTREVISTA A SILVIA COSTA

Silvia Acosta

Silvia Costa: Me faltó el título olímpico…

Andy Bermellón deporcuba@gmail.com

El salto de altura fue una de las especialidades del atletismo cubano que brilló en la llamada época dorada de este deporte en nuestro país. Muchos recuerdan las hazañas de Javier Sotomayor, recordista del orbe absoluto en esta especialidad y de las actuaciones de los saltadores cubanos en los Campeonatos y Copas del Mundo, Juegos Olímpicos y por lo que lo colocaron en la historia del atletismo cubano y mundial.

Pero a finales de la de los 70 del siglo pasado aparecía una de las atletas cubanas más consistente dentro de esta área. Una dama que irrumpió desde su humilde Pinar del Río hasta la historia del atletismo cubano. Silvia Acosta fue una de las atletas que iniciaron uno de los momentos más importantes del salto de altura cubano, lo que le dio la posibilidad de ostentar el record para nuestro continente de 2,04 cm y ser actualmente la novena del ranking mundial de todos los tiempos.

Su excelente estabilidad la mantuvo por casi dos décadas en el equipo nacional y en la élite de esta especialidad donde cosechó medallas en casi todas las categorías de su carrera deportiva sobresaliendo: el metal dorado en la Copa del Mundo en Barcelona 89, tres subcampeonatos Panamericanos- Caracas 83, Indianápolis 87 y Mar del Plata 95 y uno en el mundial al aire libre en Stuttgart 1993, secundando a su compañera de equipo Ioamett Quintero, donde el salto de altura cubano obtuvo tres preseas, dos medallas de oro y una de plata. Además de sus éxitos en la arena internacional se proclamó campeona nacional en cuatro ocasiones (1986, 87, 88 y 94) y recordista del Memorial Barrientos donde se despidió de la vida deportiva en el año 1997. Precisamente en la edición 63 del Memorial Barrientos el equipo Deporcuba encontró a esta gloria del atletismo cubano y mundial.

Como recuerda los inicios de su carrera deportiva

De mi carrera deportiva recuerdo muy poco, debido a que me he alejado de la vida deportiva después de mi retiro. Recuerdo que comencé en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Ormani Arenado de Pinar del Río, cuando cursaba el sexto grado, era prácticamente una niña y fue donde di mis primeros pasos. Estuve alrededor de dos años en Pinar del Río. Luego en el año 1978 me ascendieron a la ESPA Nacional ´´Giraldo Córdova Cardín´´ donde estuve tres años. Ya con quince años integro el equipo Nacional de salto de altura con los entrenadores Guillermo de la Torre y Ricardo Guadarrama. Precisamente debuté en los Juegos Panamericanos que se celebraron en Puerto Rico, donde alcancé un octavo lugar.

Lo que más disfrutaba de las competiciones, eran los eventos que se hacían años atrás en el estadio Pedro Marrero. Eran mucho más alegres, divertidos y lo principal con buena asistencia de público, aquí en el estadio Panamericano por su ubicación carece de ese júbilo que si tenía el Pedro Marrero, eso lo recuerdo bastante debido a que sentía el rigor de los eventos.

En la actualidad posee el record nacional del salto de altura femenino y el de este Memorial Barrientos. ¿Qué recuerda de aquellos momentos en que estableció esas marcas?

Aquí en el estadio Panamericano implanté unos cuantos records, pero el que más recuerdo fue el 2,04 que salté en la Copa del Mundo de Barcelona del año 89, que es mi mejor marca y el record nacional. Fue algo impresionante que me sirviera para alcanzar uno de los mejores momentos de mi carrera deportiva. El de este Memorial Barrientos lo implanté con un salto de 2, 00 metros en este mismo estadio y fue la única vez que pude lograr esa marca aquí en nuestro país.

A pesar de ser una de las saltadoras más estables de su época no pudo alcanzar un título olímpico. Qué opinión le merece esta afirmación.

Los títulos olímpicos hoy son para mí como una deuda que tuve en mi carrera, los cuales se vieron afectados por la situación política con los Estados Unidos debido a que no pude asistir a dos Juegos Olímpicos consecutivos: Los Ángeles 84 y Seúl 88, precisamente cuando me encontraba en el mejor momento de mi carrera deportiva. Creo que estas dos ausencias de nuestras delegaciones a las Olimpiadas privó a muchos atletas de nuestro país a obtener ese título tan importante como es el de ser campeón de unos Juegos Olímpicos. Ese es uno de los momentos que más me entristece de mi carrera como atleta. Luego sufrí algunas lesiones en la rodilla que me alejaron de los Juegos Panamericanos efectuados aquí en La Habana. Después tuve la oportunidad de asistir a Barcelona 92 pero ya no era lo mismo a pesar de que estuve entre las ocho finalistas. Ya en Atlanta 96 volví a resentirme de las lesiones y no pude participar nuevamente en unos Juegos Olímpicos.

¿Cómo ve el futuro del salto de altura femenino cubano en la actualidad?

El salto de altura en nuestro país ha bajado bastante su nivel, no lo veo muy sólido, aunque tengo conocimiento de que se está trabajando bastante con muchachas procedente de las categorías juveniles y cadetes. Ahora actualmente el nivel en el mundo es bastante alto y nos hemos quedado un poco rezagados en esta especialidad, la cual es bastante difícil y tiene características especiales. También los atletas deben dar siempre más de lo que pueden y deben sacrificarse un poco más. En sentido general creo que hemos cedido bastante como potencia en el atletismo.

¿A quién le agradece Silvia Acosta en su carrera deportiva y personal?

Primeramente a la Revolución y a las ideas maravillosas de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, por llevar a cabo un proyecto tan lindo y beneficioso, como es el de formar atletas y poner en nuestras manos esa posibilidad. En la actualidad es muy difícil formar atletas y en muchos países del mundo el deporte tiene un alto costo y es un privilegio que nuestro país tenga este proyecto que ha dado muchas glorias para el deporte cubano y mundial. También a la familia que juega un papel fundamental en la vida de un deportista, la cual es bastante sacrificada y a las personas que contribuyeron a los resultados alcanzados en mi carrera.

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