Dulce inocencia


Dulce inocencia

Martha Luisa Gala Rodríguez cubaxdentro@yahoo.es

No hay mejor etapa que la de ser niño, esa donde la inocencia reina y los sueños cobran protagonismo, esa en la que todo lo que hacemos es lindo causando risas y admiración de los mayores que nos rodean. Cantar, jugar, bailar, o ver televisión son actividades que todos los infantes deberían hacer sanamente sin quemar etapas. Pero ¿Quiénes son los culpables de que los niños no disfruten de ellas?

Alguna vez nos hemos sentado a pensar ¿por qué las niñas se visten con mini chores o blusitas y tacones, las uñas con extensiones y el pelo pintado?, ¿por qué los varones son atrevidos con las nenas diciendo en algunas ocasiones piropos que más allá de hacerte reír te hacen llorar? Siempre es más fácil sentarse a criticar y decir “ya los niños no leen un buen libro, o ya no juegan a las bolas (o canicas), ni a las casitas, mucho menos empinan papalotes, ni conversan de los muñequitos, y de la música ni hablar”.

Vestirse a la moda: a la hora de elegir la ropita del cumpleaños de nuestras niñas elegimos ante nada un short de mezclilla apretado y corto, con muchos adornos, una blusa casi descubierta con la idea de que hace calor y para que esté cómoda un par de tenis. Pero no nos detenemos a pensar en que se vería más linda con una batica sencilla con fotos de las muñequitas que más le gustan y un par de sandalitas que son igual de agradables. Las uñas puestas, el pelo pintado eso es cosa de jovencitas, pero no quiere decir que dejen de pintarse sus uñas naturales con colores propios para la edad, o anden siempre bien peinadas. A los varones una camiseta y un short con muchos zippers, colores y dibujos que ni siquiera él entiende, en lugar de vestirlo con una camisita o un pulóver que porten dibujos que lo identifique con la edad.

No pensamos que las elecciones que hacemos los educan en el arte del vestir, de verse bien y agradar a la vista de las personas que los ven y nos juzgan o elogian por como lucen.

Buenos hábitos: “Mami que rico te mueves” eso escuché el otro día y al volverme sobre mis pasos me llevé una sorpresa, era un niño de no más de 10 años. Días después vi un grupo de niñas jugando, algunas gritaban palabrotas, otras sentadas como varones o con los pies levantados y en saya; y me dije “estos niños están perdidos, si están así ahora como serán en el futuro”.

Al educarlos tenemos que tener cuidado teniendo presente hablar correctamente, sentarse como damitas o varoncitos, regalar una flor o usar las normas de buena comunicación dan una idea acertada de que hemos sido buenos maestros para los más pequeños de la familia y más que eso, los infantes siempre recibirán elogios por su educación. No se trata de no decir un piropo o hacer una travesura sino de hacerlo bien.

Apreciación musical: hoy tararean canciones de reggaetón o de otro género popular; o los disfrutan en el llamado concurso La Voz Kids donde sí, son los niños los protagonistas pero cantan canciones de mayores, sin embargo al preguntarle por una canción infantil no saben cuál van a cantar.

Los espacios son pocos y no muy bien aprovechados, por ejemplo el espacio televisivo para los niños transmite pocas canciones infantiles y casi siempre son las mismas. Por otra parte el gustado concurso “Cantándole al sol” aportó variadas canciones de buen gusto infantil, algunas hasta se animaron, otras fueron cantadas por figuras de trascendencia musical como “El Manisero” en voz de Haila María Mompié.

Por suerte luego de buen tiempo de ausencia se realizó una nueva edición y espero que no falte más porque ese es el espacio para crear, enseñar y realizar los sueños de los más pequeños de la casa.

Distracciones infantiles: jugar a las bolas, la pelota, a las casitas, yaquis, empinar papalotes, saltar suiza o montar bici son actividades que dan a los niños distracción, se relacionan entre si y se ejercitan físicamente. Ver televisión o leer es más pasivo pero les transmite conocimiento y apreciación visual siempre dependiendo, claro, de los programas que seamos capaces de seleccionar por ellos.

En fin los niños y niñas nacieron para ser felices y no puede ser un eslogan, ellos serán capaces de ser en un futuro lo que en casa -que es la principal escuela-, seamos capaces de enseñar. Los buenos hábitos, estar a la moda, cantar canciones, o jugar son vías de aprendizaje diario para esos que tanta inocencia tienen y que se van formando por lo que viven o ven a su alrededor.

Por qué hacerlos quemar etapas si como dice Marcolina en la sombrilla amarilla “Un lugar para cada cosa, cada cosa en su lugar”, ya tendrán tiempo de bailar en fiestas con música popular bailable, o de vestirse fresquito o lucir altos tacones, pero más allá de eso serán capaces de transmitir de generación en generación lo aprendido en el transcurso de su vida y la frase “Estamos perdidos” no la escucharemos tan a menudo.

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